Una conductora de entregas de una aplicación de comida se enojó con la propina que le dejó un cliente y decidió no entregarle la comida porque este se negó a aumentarle la cantidad que le dio.
En un video, tomado por la cámara Ring de la persona que hizo el pedido, se escucha a la mujer quejarse, alegando que había tenido que conducir por 40 minutos desde el restaurante hasta su casa y que por eso, la propina era muy poca.
El cliente le había pagado $8 de propina cuando hizo la orden en el app.
La conductora continuaba su queja diciendo que eran 12 millas de distancia del restaurante a su casa, que el sabía que había ordenado de un lugar que estaba lejos y por eso, debía de ajustar la propina.
El hombre se negó, por lo que ella al final del video decide marcharse y llevarse consigo la comida que debía entregar.