Una familia de Maryland fue grabada teniendo un picnic en el que comparten muy tranquilamente con un invitado especial: un oso negro.
Esto ocurrió en el área de Deep Creek y muestra a los presentes dando comida al oso, tomándose selfies y conversando muy casualmente.
Expertos advierten que es un peligro alimentar a un oso, ya que este se acostumbra a que los humanos tengan comida para darle y al toparse con otras personas que no lleven comida, el animal los podría atacar ya que asocian al humano con alimentos.
En muchos lugares esta práctica es ilegal.