Una mujer de 34 años de Boca Ratón, en la Florida, iba camino a su casa en su vehículo Kia Soul, cuando de repente comenzó a sufrir convulsiones. Su vehículo cayó a un canal y comenzó a hundirse.
Gracias a la rápida acción de unas personas que se encontraban cerca, Molly Pedrone vivió para contarlo.