James Scott de 57 años está experimentando algo que muchos podrían ver como una bendición, pero para el se ha convertido en una pesadilla. Este sufre de erección permanente, luego de sufrir un accidente en su trabajo en el que unos pedazos de vidrio cayeron sobre su cuerpo. El daño fue un hueso fracturado en su espina dorsal y la uretra bloqueada.
Luego de someterse a una operación para reparar el daño, este quedó sin la capacidad de obtener una erección, por lo que se sometió a otra operación. En este procedimiento insertaron dos "barras de metal" en su pene, por lo que obtuvo el efecto que ahora lo mantiene en cama.
Este describe su condición como una que le causa completa agonía, ya que se le hace difícil ponerse pantalones, lo que le impide salir de su casa. Su erección permanente lo ha convertido en un prisionero de su propia casa.
El hombre dice que no permite que su hija de 9 años lo visite, ya que este no quiere que ella lo vea así.
Según alega, los doctores le aseguraron que sentiría dolor solo por unas 6 a 8 semanas, pero que nunca imaginaba que terminaría así.