Foto: Dan Mullan / Getty Images Sport / Getty Images
El rapero y empresario Jay-Z ha sido coronado por Forbes como el músico más rico del mundo, con una fortuna que asciende a 2,500 millones de dólares. A sus 55 años, el esposo de Beyoncé no solo ha dejado huella en la historia del hip-hop, sino que ha sabido transformar su talento en un imperio empresarial que abarca desde la música hasta el lujo, la moda y la tecnología.
El secreto de su éxito radica en la diversificación. Además de liderar Roc Nation, agencia que representa a artistas como Rihanna y DJ Khaled, Jay-Z ha construido negocios millonarios en sectores clave. En 2021 vendió parte de su marca de champán Armand de Brignac al gigante LVMH, y en 2023 cerró un acuerdo multimillonario con Bacardi por su coñac D’Ussé. A esto se suman inversiones estratégicas en Uber, moda urbana con Rocawear y la tecnología con Tidal, la plataforma de streaming que luego vendió a la empresa de Jack Dorsey por 302 millones de dólares.
Con una colección de arte valorada en millones y una visión empresarial que trasciende la música, Jay-Z ha consolidado un legado que lo posiciona como un verdadero magnate global. Su historia demuestra cómo un artista puede convertir su influencia en una maquinaria de negocios capaz de generar riqueza y redefinir la industria del entretenimiento.