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En una iglesia de Halberstadt, Alemania, suena ininterrumpidamente desde 2001 la pieza musical más larga jamás concebida: As Slow As Possible (Lo más lento posible), del compositor experimental John Cage. Esta obra, que se está ejecutando en un órgano adaptado, terminará recién en el año 2640, completando un total de 639 años de interpretación.
El proyecto comenzó el 5 de septiembre de 2001, fecha del que habría sido el cumpleaños número 89 de Cage. La duración fue calculada con base en el tiempo entre la instalación del primer órgano de 12 tonos en Halberstadt en 1361 y el año 2000, marcando una conexión simbólica entre historia, arte y tecnología. Para mantener el sonido durante siglos, se utilizan sacos de arena que presionan las teclas, y cada cambio de acorde —evento que ocurre solo cada pocos años— se convierte en una experiencia ceremonial que atrae a visitantes de todo el mundo.
Con apenas 16 cambios de acordes desde su inicio, Lo más lento posible no solo rompe récords por su duración, sino que plantea una poderosa reflexión sobre la paciencia, la temporalidad y la manera en que concebimos el arte como legado. El próximo cambio está programado para el 5 de agosto de 2026. ¿Te atreverías a escuchar una nota que durará años antes de transformarse?