Foto: Alberto E. Rodriguez / Getty Images Entertainment / Getty Images
En el 2007, Britney Spears enfrentó una fuerte crisis de salud mental en el cual decidió raparse mientras las cámaras estaban listas para documentarlo todo.
Según explicó la tatuadora Emily Wynne-Hughes, quien fue una de las primeras personas en verla esa noche, la cantante entró a su estudio en un intento por huir de los fotógrafos que querían obtener la mejor toma.
También mencionó que le preguntó por qué se había rapado, y se ella respondió: "Simplemente no quiero que la gente me toque el pelo. No quiero que nadie toque mi pelo. Estoy cansada de que todo el mundo lo haga".
Otro testimonio fue el de Esther Tognozz, la propietaria del salón de belleza donde Britney Spears se rapó, que reveló que los guardaespaldas de la cantante fueron quienes la traicionaron y aceptaron los sobornos del fotógrafo para poder obtener las imágenes.