El jueves un grupo de defensores de derechos de las personas LGBTQI+, decidió interponer una demanda "contra el estado de la Florida, por la ley "No Digas Gay", recientemente firmada".
La demanda busca frenar la ley que firmó Ron DeSantis, gobernador de Florida, oficialmente llamada "Derecho de los padres en la educación" que establece: "La instrucción en el aula por parte del personal de la escuela o de terceros sobre la orientación sexual o la identidad de género no puede ocurrir desde el jardín de infantes hasta el tercer grado o de una manera que no sea apropiada para la edad o el desarrollo de los estudiantes de acuerdo con los estándares estatales".
Los críticos han denominado esta ley como: "No digas gay", al considerar que la intención de la ley es marginar los derechos de las personas LGBTQI+ y de sus familias.
En la demanda, presentada por el Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas en nombre de Equality Florida y Family Equality, expresan que la ley es "inconstitucionalmente vaga y discriminatoria", además dicen que viola los derechos de la Primera Enmienda a la libertad de expresión de la Constitución de los Estados Unidos.
DeSantis recalcó el día que firmó la ley, que los niños deben aprender sobre orientación sexual o identidad de género, de sus padres: "Nos aseguraremos de que los padres puedan enviar a sus hijos a la escuela para recibir una educación, no un adoctrinamiento".
Sin embargo, hay padres de estudiantes, como Dan y Brent VanTice, padres de dos estudiantes de grado primero, que han manifestado ya sentirse afectados con esta ley: "Nuestros hijos ya nos han dicho que tienen miedo de no poder hablar sobre su familia en la escuela" y agregaron en el comunicado de la demanda: "Estamos desconsolados porque nuestros niños ya se sienten aislados y estigmatizados por esta ley".