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Se han registrado este año hasta el 1 de octubre, la muerte de 959 manatíes, una cifra extremadamente grande y que supera los casos registrados en cualquier año anterior a este.
El activista ambiental y guía de pesca Paul Fafeita, cuenta que el atractivo en sus vuelos charter, era que las personas podían ver a los manatíes buscando o comiendo su pasto marino en aguas poco profundas.
Pero la realidad hoy en día es que en cualquier momento te toparás con el cuerpo muerto de un manatí, flotando en el agua por que murió de hambre, "No es bueno tener clientes en el barco y de repente hay un manatí muerto" agregó Paul, "Quieren verlos. No quieren verlos muertos"
La causa es la contaminación desmedida del agua, que impide el crecimiento de los pastos marinos que son el alimento de los manatíes.
Y parte de esta contaminación proviene de las aguas que derivan del Lago Okeechobee hacia los estuarios costeros, también la escorrentía de fertilizantes o la descarga de aguas residuales.
Por estas razones, esta proliferando el crecimiento de algas muy espesas que impiden el paso de luz solar, necesaria para la supervivencia del principal alimento de los manatíes, el pasto marino.
En Indian River Lagoon, se ha perdido aproximadamente el 58% de los pastos marinos, desde el 2009.
La abogada principal del Centro para la Diversidad Biológica, Jaclyn López hace un llamado a la ciudadanía: "Los Manatíes de Florida necesitan desesperadamente que los ayudemos limpiando y protegiendo su hábitat"