Ozzy Osbourne, ícono del heavy metal y leyenda viva del rock, ofreció su último concierto en Villa Park, Birmingham, su ciudad natal, en una emotiva despedida que reunió a las grandes figuras del género. A sus 76 años y tras una prolongada lucha contra el Parkinson, el "Príncipe de las Tinieblas" dijo adiós a los escenarios acompañado por su banda original Black Sabbath, y con invitados de lujo como Guns N’ Roses, Metallica y Anthrax.
“Se está tan bien en este escenario. No tienen ni idea. Los quiero a todos”, expresó Osbourne desde su trono metálico ante una multitud emocionada. El show cerró con una potente interpretación de Paranoid, tras cantar cinco temas en solitario que culminaron con Crazy Train. El regreso de Black Sabbath al escenario marcó un momento histórico: la primera vez que la banda se reunía al completo en más de dos décadas.
Aunque Ozzy ha confirmado que no volverá a actuar en vivo, no descarta seguir creando música desde el estudio. Con mensajes de despedida de estrellas como Jack Black, Ricky Gervais y Dolly Parton, el evento fue mucho más que un concierto: fue un homenaje a uno de los artistas más influyentes del rock y una celebración de su legado eterno en la música.