La exitosa serie de Netflix La Casa de Papel ya tiene fecha de estreno confirmada (el 3 de septiembre la primera parte y el 3 de diciembre la segunda) y nuevos personajes que continuarán la quinta temporada de la historia.
Una de las incorporaciones de la quinta parte es el hijo de Berlín (Pedro Alonso), Rafael (Patrick Criado, Riot Police). Rafael tiene 31 años, ha estudiado ingeniería informática en el MIT de Massachusetts y tiene una cosa muy clara: no quiere ser como su padre.
Otro de los nuevos personajes del volumen 1 de la quinta temporada de La Casa de Papel, que se estrena en Netflix el próximo 3 de septiembre, es René (Miguel Ángel Silvestre, Sky Rojo y Sense 8).
«Me llamo Tokio. Pero cuando comenzó esta historia no me llamaba así. Esta era yo… y este, el amor de mi vida. La última vez que lo vi lo dejé en un charco de sangre con los ojos abiertos», dice el personaje de Tokio (Úrsula Corberó), refugiada en una autocaravana, en el primer capítulo de la serie. Ese amor de la vida de Tokio es René.
Otro de los nuevos personajes que entra en juego esta temporada es Sagasta (José Manuel Seda, Perdóname, Señor). Comandante de las Fuerzas Especiales del Ejército Español, está curtido en innumerables misiones internacionales contra lo peor de la especie humana, lo que lo sitúa en el mismo lugar que los hombres que ha matado. Es un líder nato, al que sus hombres van a seguir hasta el final si él se lo pide. Cuando se pone el uniforme, se convierte en una mente analítica, fría y despiadada capaz de pasar por encima de cualquier convención ética o moral si la misión lo requiere.
Otro de los nuevos personajes que entra en juego esta temporada es Sagasta (José Manuel Seda, Perdóname, Señor). Comandante de las Fuerzas Especiales del Ejército Español, está curtido en innumerables misiones internacionales contra lo peor de la especie humana, lo que lo sitúa en el mismo lugar que los hombres que ha matado. Es un líder nato, al que sus hombres van a seguir hasta el final si él se lo pide. Cuando se pone el uniforme, se convierte en una mente analítica, fría y despiadada capaz de pasar por encima de cualquier convención ética o moral si la misión lo requiere.
Fuente:Cronista.com